Sí es país para mayores
El jueves 1 de enero de 1903 el Orizaba Athletic Club se convertía en el primer campeón del fútbol mexicano. Al día siguiente, el viernes 2 de enero de 1903, nacía Tanaka Kane en la ciudad japonesa de Fukuoka. Ha llovido desde entonces, pero, ciento dieciocho años después, Kane puede presumir de contar en su palmarés con el título de persona viva más longeva del planeta.
Parece que a los japoneses se les da bien eso de añadir velitas al pastel de cumpleaños, porque hay más de 70 000 personas que ya han superado las tres cifras. De hecho, lideran el ranking de países con mayor esperanza de vida, un indicador que no ha dejado de aumentar en los países desarrollados. Por ejemplo, en 2020 la esperanza de vida en México llegaba a los 76,6 años. Y subiendo.
Pero, aunque a uno siempre le hace ilusión que le canten “Las mañanitas”, deberíamos preguntarnos cómo y, sobre todo, dónde queremos seguir soplando las velas. Gracias a los avances médicos cada vez envejecemos mejor. Por eso, es muy habitual ver a personas mayores activas, con inquietudes y ganas de disfrutar de esta etapa. Ahora bien, ¿están nuestras ciudades preparadas para una población cada vez más madura? En mi opinión, creo que estamos progresando adecuadamente.
¿Dónde quieres vivir cuando seas mayor?
En 2010 la Organización Mundial de la Salud, dentro de su programa Ciudades Amigables con las Personas Mayores, lanzó el Protocolo de Vancouver, un proyecto de investigación para adaptar las ciudades a las necesidades de la población madura.
¿Y qué requisitos debería cumplir una ciudad amigable con los más sénior? Pues debería ofrecer más espacios públicos, poner a su alcance un transporte eficaz que les permita desplazarse con autonomía, fomentar la participación, garantizar el respeto y la inclusión, ofrecer una atención médica de calidad o informarles periódicamente de las actividades de interés. En definitiva, una ciudad amigable debe garantizar la salud, la participación y la seguridad de las personas mayores. Ciudades como Victoria y Loncoche en Chile, La Plata en Argentina o Guadalajara en México forman parte de la red de ciudades amigables de Latinoamérica.
Ciudades siempre jóvenes.
En el diseño urbano deberíamos tener siempre en cuenta criterios amigables, porque las ciudades son para vivirlas en cualquier etapa de nuestra vida.
Según la Organización mundial de la salud, en 2050 las personas mayores de 65 años superarán el 20% de la población en Latinoamérica. Y es que, a poco que nos vayan bien las cosas, todos formaremos parte de este grupo de edad. Creo que ha llegado el momento de poner el tiempo de nuestra parte y exigir a los organismos, tanto públicos como privados, el rejuvenecimiento de las ciudades para responder a las necesidades de nuestros mayores y reclamar espacios amigables para todos. ¿Quién sabe? Tal vez no deberíamos esperar a la jubilación para estar más pendientes de las obras de nuestra ciudad.