Volver a empezar. Otra vez.
Hace unos sesenta y seis millones de años (cuarto de hora arriba, cuarto de hora abajo) un gran meteorito impactó en la península de Yucatán y acabó con tres cuartas partes de las especies que habitaban el planeta. Los animales y plantas supervivientes tuvieron que adaptarse a la nueva situación para salir adelante. Podríamos decir que ese fue el primer gran reinicio de la Tierra.
En 2019, una pandemia global transformó para siempre el mundo tal y como lo conocíamos. Y aunque estoy convencido de que superaremos el Covid-19 sin las consecuencias que tuvo Chicxulub (así se llama el meteorito que acabó con el 90% de la vida en el planeta), creo que la pandemia ha dejado aún más al descubierto los grandes problemas actuales, como las desigualdades, el agotamiento de los recursos naturales o la necesidad de mayor implicación por parte de todos los agentes sociales.
Sin embargo, como de todo se puede sacar una lectura positiva, Klaus Schwab, fundador del Foro de Davos, considera que esta es una gran oportunidad para reflexionar y reiniciar nuestro mundo desde el desarrollo sostenible.
50 años imaginando el futuro
El Foro de Davos es una organización sin fines de lucro en la que, desde 1971, referentes mundiales del ámbito empresarial, la política, instituciones, intelectuales y representantes de la sociedad civil comparten sus ideas, de manera informal, para afrontar los grandes retos del planeta. En 2021, la 51 edición del Foro de Davos lleva por lema El Gran Reinicio, una invitación para reinventarnos desde el punto de vista económico, social y medioambiental. Sin embargo, pocos de estos visionarios imaginaron que una pandemia mundial obligaría a cancelar el foro por primera vez en su historia. Eso sí, Bill Gates ya alertó en 2015 sobre la necesidad de aumentar la inversión en sanidad para responder eficazmente ante posibles epidemias (declaraciones como esta lo han convertido en un sospechoso habitual entre los partidarios de alguna que otra teoría de conspiraciones).
El año que viene, más
Este 2021, la organización tenía programado dividir el Foro de Davos en dos fases, una virtual y otra presencial, pero la pandemia impone su propia agenda. El pasado mes de enero tuvo lugar el encuentro virtual. En los “Diálogos de Davos”, personalidades de distintos ámbitos intercambiaron puntos de vista sobre los grandes retos globales: futuro laboral, desarrollo sostenible o desigualdades. La segunda fase iba a celebrarse el mes de agosto de manera presencial en Singapur, pero, finalmente la organización ha decidido cancelar el evento. ¿Quién sabe? Tal vez la cancelación del Foro de Davos tenga más impacto que el propio evento en sí, porque puede interpretarse como una seria advertencia de que no podemos seguir por el mismo camino.
Quizá este sea el impulso que necesitábamos para volver a empezar, y sin necesidad de que otro gran meteorito impacte en Yucatán. La ventaja es que este reinicio, a diferencia del reseteo forzoso provocado por el Chicxulub, nos permitirá aprender de los errores del pasado y corregirlos para volver a construir un mundo más justo, solidario y sostenible.
